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Cómo tratar el spa con cloro

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Existen varios métodos de desinfección mediante tratamiento químico: cloro, bromo y oxígeno activo. De estos tres métodos, el cloro cuenta con la ventaja de actuar de inmediato y de ser muy eficaz, incluso en pequeñas concentraciones, además de ser barato.

¿Quiere tratar el spa con cloro? Aquí tiene la información que le puede ayudar

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Tenga en cuenta que aquí solo hablaremos de tratamientos domésticos y no profesionales ni intensivos

Después de vaciar o volver a poner en marcha el spa

Lo primero es que, si cambia el agua o si el spa ha estado parado un tiempo, puede que se hayan desarrollado biofilms en las tuberías. Por lo tanto, debe comenzar la limpieza con un limpiador de biofilms (AquaFinesse Spa Clean o HTH SpaClean, por ejemplo). Las indicaciones de uso de estos productos se indican en la página correspondiente.

¡No dude en seguir los consejos de nuestro equipo para prevenir la aparición de biofilms en el spa!

Con un tratamiento regular

Ahora que todo está en orden, podemos empezar. Cuando el spa se ha llenado de agua, esto es lo que hay que hacer:

  • Empiece añadiendo un choque sin cloro, a razón de 15 g por metro cúbico de agua. Este último chocará con el agua antes de añadir el cloro, y también oxidará ciertos productos orgánicos que puedan estar presentes en el agua.
  • A continuación, añada el cloro en gránulos o pastillas efervescentes directamente en el spa o diluido previamente en un cubo de agua. En lo que se refiere a las cantidades, proporcione 15 g por metro cúbico de agua para gránulos o 5 pastillas efervescentes por metro cúbico de agua.

Lo ideal es que revise el nivel del cloro libre a diario, justo antes de bañarse. Su tasa debe ser de unos 3 mg/l o ppm (la conversión de mg/l en ppm, partes por millón, es sencilla: 3 mg/l = 3 ppm).

Hay varias formas de medirla. Le recomendamos las tiras de análisis Aquacheck o InstaTest (método rápido pero impreciso), o un kit de análisis que contenga pastillas DPD1 (para controlar la tasa de cloro libre) o pastillas DPD3 (para medir la tasa de cloro combinado —cloraminas— en el agua), que ofrecen mediciones más rigurosas.

Una dosis de 15 g de cloro en gránulos HTH en un spa limpio de 1000 litros de agua aumentará la tasa en 2 ppm.

Si el nivel de cloro es 0: el agua ya no es desinfectante y las bacterias habrán comenzado a proliferar. Si la tasa ha sido de 0 durante solo unas horas, podrá sanear el agua añadiendo un producto de choque, como el oxígeno activo. Por otro lado, si la tasa ha sido de 0 durante varios días, la situación será más grave, ya que habrá biofilms.

Aplique regularmente el tratamiento de choque del agua

El cloro actuará contra las bacterias cada vez que se use el spa y también reaccionará con otros contaminantes del agua. Por muy limpios que estén los bañistas, sudarán un poco por el agua caliente del spa, y el sudor reaccionará con el cloro. El cloro libre se transforma en cloro combinado, que produce el mal olor asociado al cloro, y que irrita los ojos.

Para deshacerse de este derivado dañino, se añade un producto altamente oxidante, el choque libre de cloro, que destruye parte del cloro combinado.

A continuación, piense en ajustar el nivel de cloro libre, que deberá ser de unos 3 mg/l en todo momento.

Controlar el pH


El cloro es muy sensible al pH del agua, y su poder desinfectante se reduce considerablemente con un pH alto: disminuye por ejemplo en un 60 % cuando el pH es superior a 7,4. Le aconsejamos que mantenga el pH del agua entre 7,0 y 7,4 si la está tratando con cloro. Añada pH más si el pH es demasiado bajo y pH menos si es demasiado alto.

Si observa que la TAC (tasa de alcalinidad total) del spa es demasiado baja, deberá añadir un poco de estabilizador de pH.

También puede encontrar los principales productos necesarios para el tratamiento en cajas.